jueves, 10 de noviembre de 2011

ORIGEN Y CRIA DE LAS NINFAS O CAROLINAS

 ORIGEN DE LAS NINFAS O CAROLINAS
El origen de las ninfas es australiano, se distribuye a lo largo y ancho de todo el continente viviendo en bandadas.
Estos psitácidos se caracterizan  por  sus colores; blanco, gris, amarillo, rojo y ciertas combinaciones de estos colores, teniendo todas ellas una cresta en su cabeza  que les hace ser muy originales.


- El tamaño es mediano, aproximadamente de unos 30  cm. y el peso aproximado es de 90 a 100gr.
Pueden vivir hasta 20 años en cautividad.
- Reconocer el sexo es una tarea laboriosa de estudio, las ninfas de sexo masculino se le atribuye los colores fuertes (en plumajes), y las de sexo femenino, los colores son menos luminosos, ósea más pálidos por regla general. En mutaciones como lutinas o blancas se acentúa la complejidad al no tener como referencia la tonalidad de la pluma.
- Para el apareamiento, empiezan a cortejarse uno al otro con arrumacos sobre el cuello, el macho empieza moviendo las alas, con un canto muy lindo y con movimiento de cabeza.
Suelen ser parejas sólidas, aunque si están en colonias el macho puede copular con otras hembras y ser infiel. Al final vuelve con su hembra, creando así una pareja estable.
Ninfa papillera lutina de 30 días de edad

Durante la copulación hacen un ruido curioso. Las hembras ponen de 6 a 7 huevos. Estos huevos son incubados por los dos individuos durante  20 días aproximadamente. Los huevos los ponen en días  alternos, es decir día si día no, por lo que el nacimiento de los pollos ocurre con la misma frecuencia. Es normal que  no lleguen todos los pollos a buen termino, ya que del primogénito al más pequeño puede haber una diferencia de 10 ó 12 días y los más pequeños suelen morir por aplastamiento, frio,  huevos  manchados de heces de sus hermanos,  o por no haber sido alimentado correctamente por sus padres. Una buena puesta se puede  considerar 4 ó 5 pollos.
Macho ancestral alimentando a sus polluelos

- Se reproducen en cualquier época del año aunque la mejor época es la primavera, por su calidez y el otoño. Es conveniente quitarles los nidos en los meses estivales para que descansen. No es recomendable más de dos  o tres puestas al año; debilitaría mucho a la pareja.

Son muy agradables, cariñosas y muy inteligentes, aunque en su estado salvaje pueden ser algo ariscas.
El sonido que emite no es desagradable como puede ocurrir con otros psitácidos.
Si le crías en contacto con las personas se socializan con bastante facilidad, llegando a imitar palabras, sonidos que  repiten constantemente.
Pueden vivir en colonias, en voladeros, en espacios que puedan volar, y es recomendable para que críen sin problemas que la superficie a ocupar sea de 1 metro cúbico por pareja aproximadamente. Además, si ponemos varias parejas en el mismo espacio, debemos de poner un número de nidos superior a la de parejas.
No es recomendable introducir en la misma voladera otras especies como agapornis, rabadillas, etc., estos se introducirían en los nidos y destruirían la mayoría de las puestas.
 

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